Petro, en cuenta regresiva
Quedan 363 días.. La cuenta regresiva ha comenzado y esta vez no hay excusas, ni culpables ajenos.
Al gobierno Petro le queda un solo año para cristalizar su proyecto político. Un año para demostrar que es más que un gran orador.
Hemos vivido tres años de discursos intensos, confrontativos, plagados de advertencias, excusas y enemigos.
Tres años en los que el verbo parece haber sustituido la gestión. Pero el país ya no solo escucha, exige. No más teorías, no más culpables: hechos.
Lo vimos esta semana en las decenas de bloqueos de vías por cuenta de los incumplimientos del gobierno.
Petro tiene que decidir si quiere cerrar su periodo como un presidente transformador o como un líder atrapado en su narrativa. Tendrá que demostrar no solo liderazgo técnico, sino talante democrático.
Respaldar los procesos electorales. Respetar a la justicia, incluso si no le favorece. Cumplir la Constitución, no reinterpretarla. Ni dejar que sus amigos lo hagan.
¿Qué pasará si se hunde su reforma judicial? ¿Si su hijo es condenado? ¿Si la Fiscalía actúa contra sus exfuncionarios? ¿Respaldará al Estado de derecho o buscará polarizar aún más al país?
No será un año fácil. Ni para él ni para sus adversarios. Ambos intensificarán sus discursos.
Las descalificaciones crecerán. El tono se elevará. Pero los colombianos debemos mantener la calma. Nuestro poder no está en la furia, está en el voto.
Petro tiene poco tiempo para convencer. Para gobernar con hechos, no con palabras. Porque en marzo del 2026, en las elecciones presidenciales, la ciudadanía emitirá su veredicto final.
El verdadero “fallo popular” debe ser en democracia, claro y definitivo.
¿A favor o en contra? Lo sabremos pronto. Los hechos hablarán por sí mismos.