Reflexión de cierre de 2025

Jaime Alberto Leal Afanador - Rector UNAD

La principal amenaza para una sociedad es, indudablemente, la desconfianza y, por supuesto, la inefectividad que produce el escaso compromiso social de quienes la integran.

La Colombia de hoy y hacia el mañana tiene el reto de afianzar en su ruta visionaria al menos estos tres componentes claves: La Confianza, el Compromiso y la Efectividad social, como expresión del espíritu de quienes hacemos parte de esta patria sufrida pero aún esperanzada por tiempos mejores.

Ello ha de reflejarse no en palabrería ni en discursos politiqueros, sino en obras visibles y resultados reales que, con indicadores de impacto, surtan el verdadero progreso desde cada región en los territorios que nos integran como nación, para satisfacer con creces a las demandas de nuestros connacionales en cualquier lugar con servicios básicos y dignos que requieren urgentemente un efecto sinérgico de mutua confianza entre dirigentes y pobladores.

Colombia requiere cero polarización para seguir construyendo sobre lo que nos han legado generaciones anteriores y lo que hasta hoy hemos forjado entre todos, para que las nuevas generaciones sientan el orgullo de nuestro ser.

Hoy nosotros, colombianos y colombianas, no podemos dejar al azar y a la vera del camino el futuro del país; por el contrario, desde ahora deberíamos comprometernos para fortalecernos desde una agenda sostenible más allá del cuatrienio de cada gobierno y así consolidarnos buscando mejores resultados para nuestro bienestar colectivo: conciencia con dedicación, disciplina social y compromiso real, deberían ser nuestras banderas a partir de 2026.

El desafío es trabajar por el aseguramiento y la garantía de derechos y cumplimiento de nuestros deberes instituidos en la Constitución Nacional, que en un esfuerzo visionario y colectivo hace más de tres décadas trazó una visión aún vigente de ser una nación protagónica en el mundo contemporáneo, fundada en la equidad social y clarificando un derrotero con el que, de seguro, superaríamos las restricciones de acceso a los derechos fundamentales.

Educar” es el verbo que debería ser parte prioritaria de la agenda de quienes hoy aspiran a dirigir la Nación.

Para lograrlo se necesita un ejercicio de planificación que conduzca a una transformación rigurosa del sector que, entre otras, desarrolle nuevas pedagogías e integre la IA con otras diversas alternativas tecnológicas para superar las brechas históricas de nuestra inamovilidad social .

Colombia hoy requiere afianzar su gobernabilidad para generar confianza y certidumbre en sus nuevos gobernantes y que las acciones y decisiones de estos no respondan, como aún sucede, al amaño de intereses particulares, sino que, por el contrario, se orienten a una acción económica y social efectiva que visibilice en cada región y a nivel nacional un impacto positivo para la cotidianidad de nuestras gentes.

Para ello debe primar el diálogo, la disciplina, la mente abierta y el respeto permanente y visible entre todos los sectores, instancias y actores que desplieguen nuestro espíritu solidario acorde con una visión de país próspero y en paz que despierte del letargo para cambiarlo por una pasión inequívoca y transparente por la calidad y calidez en nuestro modo de ser y de vivir como referentes de una causa común gestada por el compromiso patrio.

Colombia bien puede y debe ser ese ejemplo de nación admirada que nos caracterice en todo nuestro actuar global.

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lunes 29 de diciembre, 2025

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