#ResponsabilidadReal
¿Desde cuándo acá la labor de quienes opinamos o de quienes informan es desinformar y con ello causar un profundo daño y dolor a muchas personas por el solo hecho de tratar de lograr más likes en la publicación en redes o aumentar el número de lecturas de la nota o columna?
¿Qué dicen en la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en la Relatoría de la ONU y en entes similares cuando se publica, por ejemplo, que el esposo de X, está involucrado en algo que a veces ni es delictivo?
¿Cuándo fijarán una posición para proteger de esas noticias, informes o columnas tendenciosas y alejadas de la realidad a figuras públicas y a ciudadanos que no tienen nada que ver con lo que se pública, o que eran ciudadanos desconocidos antes de las publicaciones?
La avioneta del esposo de la Azcárate es el último ejemplo, averiguando, Alejandra Azcárate no aparece ni como socia o vinculada de ninguna manera a la sociedad a la que pertenece la aeronave, y además la empresa vinculada a la avioneta hacía varios meses no pertenecía al esposo de la señora Azcárate, él ya se había desprendido de la avioneta y de la sociedad, pero por temas de burocracia no se había registrado el cambio correspondiente, en últimas ni la sociedad ni la avioneta tenían vínculos con Jaramillo y menos con Azcárate para la fecha de los hechos (fue detenida con 446 kilogramos de cocaína al aterrizar en la isla de Providencia).
No obstante, gracias a titulares y notas publicadas se les causó un daño irreparable, como en el que en su momento se le causó a una reconocida actriz por la captura de su ex esposo por hechos en los que nada tenía que ver y además de quién ya estaba separada.
Frente al tema de esta avioneta en pocos días se sabrá que esa aeronave tenía más vínculos con la Colombia “humana” que con cualquier otra persona, causa o similar, esperen esta bomba.
En conclusión, ojalá la responsabilidad de la información predomine y se den los datos como en efecto lo son, con responsabilidades en el color que vengas y que no se relacionen con personas que no vienen al caso.
Esperemos que todos los colombianos aprendamos a no juzgar ni culpar antes de tener las responsabilidades claras.