Robinson y su antidogmatismo

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

El legado de Robinson está exento de dogmatismo. Cada año la Institución Educativa Oficial Simón Rodríguez, haciendo honor a su nombre, programa un conversatorio sobre el pensamiento del ilustre maestro del Libertador Simón Bolívar.

Esta vez la reflexión se centra en el antidogmatismo del gran maestro latinoamericano. Simón Rodríguez no repite frases del “Emilio”, obra pedagógica de Juan Jacobo Rousseau, lo lee con sentido crítico y lo contextualiza en la realidad latinoamericana.

“Las escuelas y los colegios no educan ciudadanos sino letrados. Lo más importante que se debe aprender es cómo vivir en República”.

El Libertador Simón Bolívar, en una carta de gratitud a su maestro Rodríguez, le escribe muchos años después: “Mi Robinson: Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Usted me señaló”.

El antidogmatismo de Simón Rodríguez empieza con su concepción de la institución educativa: “La escuela republicana debe ser científica, enseñar libre de creencias, desmitificar autores y sólo se apoyará en ellos como puntos de partida para el análisis y el razonar”.

Simón Rodríguez también idealiza los educadores antidogmáticos: “Los maestros deberán demostrar espíritu social, conocimiento del pueblo, buen humor, vocación por el estudio y la investigación”.

El legado educativo de Robinson es antidogmático, contrario a la pedagogía escolástica, fundamentado con las ciencias, concibe la escuela como el espacio de seres cuestionadores, con conciencia crítica y guiados por la pedagogía activa.

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martes 4 de noviembre, 2025

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