Santa Librada, un código de solidaridad

Hernando Giraldo Duque

Me da tristeza y angustia ver cómo está de abandonado nuestro colegio amado de Santa Librada de Cali, prácticamente está en la ruina.

De mis recuerdos gratos cuando estaba en bachillerato Santa Librada: tenía su casa rectoral donde se alojaban los rectores de turno, la rectoría, una biblioteca muy amplia muy grande, una piscina grande, grandes aulas donde funcionaba el bachillerato nocturno y diurno, igualmente tenía una capilla lindísima.

Me acuerdo de mis profesores que fueron eminentes docentes, como, por ejemplo, Mier Calderón, que nos enseñaba Geometría; Hermilson Jaramillo, que era un formador más que un educador; al profesor Arbeláez, eminente filósofo de la región; Tobita un “lord” que nos enseñaba francés; el profesor Héctor González, que nos enseñaba Matemáticas; el doctor Chepe Cordobés, quien enseñaba religión; el maestro Pablo Victoria, quien daba natación y siempre lo saludábamos con una V por su apellido.

Siempre los alcaldes, los gobernadores y la ciudadanía en general ayudaron al colegio en distintos aspectos para su funcionamiento, para pintura de las aulas y varias actividades que requería el colegio.

Desde este insigne periódico le pido al señor alcalde Jorge Iván Ospina, con todo respeto, que haga valer ese código de solidaridad que necesita este colegio republicano.

Por favor, señor Alcalde, dele una mano a una institución que es patrimonio de los caleños, la ciudad sabrá agradecerle y reconocerle ese generoso gesto para un colegio donde se han educado las clases populares, la clase media, y que además es un orgullo de nuestra ciudad. Igualmente le pido a los medios de comunicación que repliquen esta solidaridad que tanto necesita Santa Librada, que es un código de amistad como lo bautizó Mario Alfonso Escobar, el “negro Mao”.

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lunes 22 de agosto, 2022

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