Thomas Fuller, la calculadora humana de Virginia

Célimo Sinisterra

Durante la existencia de la vida humana han existido personas hombres y mujeres con condiciones excepcionales, algunos con un cociente intelectual que supera incluso la más avanzada tecnología, dejando al descubierto que primero fue el hombre que la ciencia, esto nos permite analizar cada una de esas personas que por naturaleza además de superar sus propios límites en cada una de las diferentes etapas de la vida, contribuyen a la transformación de la ciencia y la tecnología como principio activo de un mundo cambiante que hoy está sujeto a la diversificación y a la investigación para descubrir cada día nuevas condiciones de vida de cara a los diferentes avances tecnológicos.

Dicho esto, vamos a retroceder en el tiempo tres siglos para llegar a Liberia y Benín en el África lejana y luego a Virginia en los Estados Unidos de América, ocuparemos nuestro tiempo para hablar de un negro esclavizado prodigioso y genio que por su alto cociente intelectual en las matemáticas logró super a todos los sabios de la época incluso dejándolos avergonzados.

Thomas Fuller la calculadora humana de Virginia, el esclavizado aritmético
La vida de este negro se concibe en África al parecer en Liberia o Benín, es allí donde nace en el año 1710, descendiente de una familia de mediano estatus social, pero con unos principios muy visibles de orden y disciplina., Fuller fue esclavizado y enviado a Estados Unidos en 1724 a la edad de 14 años, convirtiéndose finalmente en propiedad legal de Presley y Elizabeth Cox de Alexandria. Tanto Fuller como los Cox eran analfabetos.

Los Cox tenían 16 esclavizados y parecían valorar más a Fuller, quien llegó a expresar su gratitud por no haber sido vendido.

Pasaron los años y cada día el negro Fuller era mas visible por sus brillantes conocimientos matemáticos, era tanta la credibilidad que le tenían a Fuller, que de otras plantaciones llegaban a consulta las más complicadas operaciones matemáticas a un iletrado y se iban satisfechos.

Para esa época habían hombres ilustres que eran reconocidos por sus habilidades matemáticas y en otras áreas del conocimiento.

En algún momento fueron considerados como sabios, al fin y al cabo eran hombres blancos.
Fuller demuestra su capacidad en las matemáticas.

Cuando Fuller tenía unos 70 años, William Hartshorne y Samuel Coates de Pensilvania estaban en Alexandria, y habiendo oído hablar de las capacidades de Fuller, se reunieron con él y le hicieron dos preguntas para satisfacer su curiosidad.

En primer lugar, le preguntaron cuántos segundos había en un año y medio, y en unos dos minutos el negro Tom como le decían respondió que 47.304.000. A continuación, cuando le preguntaron cuántos segundos ha vivido un hombre de 70 años, 17 días y 12 horas, respondió en un minuto y medio que 2.210.500.800. Uno de los dos hombres estaba resolviendo los problemas con papel y lápiz, e informó a Fuller que su respuesta era demasiado alta. Fuller respondió apresuradamente, “Espera, massa, te olvidas de los años bisiestos”.

Cuando se agregaron los años bisiestos, las sumas coincidieron los dos maestros comprendieron que estaban al frente de un verdadero genio analfabeta y esclavizado.

Fuller era tan hábil en las matemáticas que pudo calcular con absoluta precisión cuántos pelos tenía una vaca en la cola, eso sorprendió a algunos genios blancos que decidieron contar uno a uno los pelos del animal para dejar en vergüenza a Tom, pero no lo lograron.

La extraordinaria capacidad de calculo mental de Fuller era conocida en toda la costa de los Estados Unidos en el siglo XVIII, este negro prodigioso llegó a resolver problemas más rápido que el 99% de los hombres de su tiempo, todo sin usar un lápiz, al fin y al cabo, no sabía para servía eso.

Thomas Fuller murió a los 80, se conoció que algunos eruditos de la época, dijeron que si sus oportunidades de mejora hubieran sido iguales a las de miles de semejantes, ni la Royal Society de Londres, ni la academia de ciencias de París, ni siquiera el propio Newton se habrían avergonzado al reconocer sus virtudes como hombre prodigioso.

Por esta condición en cierto momento alguien dijo que era una lástima que Tom no hubiera tenido una educación igual a su genio, a lo que Fuller dijo: “No, massa, lo mejor es no tener conocimiento, porque muchos hombres instruidos son grandes tontos”.

Comments

martes 6 de agosto, 2024

Otras Noticias