Toda una vida educativa
El Senado de la República el jueves 5 exaltó a Neyl Grisales Arana en reconocimiento a sus 50 años de docencia y sus 33 como rector del Instituto Técnico Nacional de Comercio INTENALCO.
Recibe el justo reconocimiento con dignidad y la frente en alto: más de 17 mil profesionales testimonian el camino hecho por Neyl Grisales en toda una vida educativa, tras escoger la vocación más digna del ser humano y, además, porque su legado lo aprecian los caleños en ese claustro que alberga futuros profesionales en la torre imponente sobre la avenida cuarta norte con calle 35.
Pedro Jácome y mi persona, tenemos el privilegio, entre las personas que asistieron al solemne acto, de haber compartido desde impúberes con Neyl Grisales (1968), como condiscípulos en los pupitres de La Normal Departamental para Varones y también llevar medio siglo admirando su ejemplo pedagógico y administrativo.
Los egresados del Colegio de Santa Librada de los años 80, hoy profesionales, lo recuerdan como su profesor de Español y Literatura, exigente, amable y generoso.
La vida permitió que Neyl Grisales, en 1991, al abrirme las puertas de INTENALCO, me iniciara en la docencia universitaria.
Ni Pedro Jácome, ni yo, otrora llegamos a imaginar que Neyl Grisales sería aquel timonel que recibía un INTENALCO con sede prestada, digamos todavía en una pequeña lancha con tres programas técnicos, hasta conducirlo hoy en gigantesco crucero transatlántico, con treinta programas tecnológicos.
El credo administrativo recalcado por Neyl Grisales, dice: La grandeza de INTENALCO más que su espacio arquitectónico, se mide por la invitación de pasar la puerta y la calidad humana.