Umberto Valverde y sus cosas de Barcarola

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Umberto Valverde: hijo del barrio Obrero, cuentista, biógrafo de Celia Cruz y erudito de la salsa.

Agreguen, también fue columnista, su primer ejercicio intelectual con el que abonó su talento de escritor.

Compartí con Umberto, cada miércoles como vecinos, en la página de Opinión del Diario El Pueblo.

“Reflexiones” llamaba mi columna; él tituló la suya “Barcarola”, en homenaje a un poema de Neruda.

Escribía críticas literarias, ciudadanas, culturales y de cine. En su homenaje, debería editarse lo mejor de su periodismo de opinión, así los jóvenes conocerían la historia cultural de la región.

En la hemeroteca de la Biblioteca Departamental están los amarillentos ejemplares de prensa, desde hace medio siglo. “Barcarola” contiene pura memoria histórica. Pero, cosas de Barcarola, ¿será pura coincidencia?…

Hace 45 años, recién fallecido Alfonso Bonilla Aragón, Umberto Valverde tituló “De Bonar y otras cosas” (21 noviembre 1979).

“La muerte de Alfonso Bonilla Aragón –escribió Umberto-, es una pérdida irreparable para el periodismo nacional y una ausencia insustituible dentro del Valle del Cauca”.

“Arquitectura y consumo” (14 noviembre 1979), es una columna todavía vigente: “El arquitecto tiene una función importante dentro de la sociedad, sin embargo, su trabajo no es libre, no tiene autonomía, su creatividad se reduce”.

En “Carta a cine Colombia” (12 diciembre 1979), defendía el interés del cinéfilo: ”Uno paga por ver una película, sin interrupciones, sin cortes, sin mal sonido. Solicito la devolución de mis 25 pesos”.

En “Empieza la feria” (26 diciembre 1979), desnudaba el fondo del problema: “La gente gozará de acuerdo a sus posibilidades económicas”.

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martes 24 de septiembre, 2024

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