Un llamado por la vida y la seguridad en el Valle del Cauca
El atentado ocurrido en Cali, que dejó seis víctimas mortales y más de 80 heridos, hiere no solo a las familias directamente afectadas, sino a toda una región que merece vivir en paz.
Como vallecaucana, como mujer que tuvo el honor de gobernar este departamento y, sobre todo, como ciudadana que ama profundamente esta tierra, no puedo quedarme en silencio.
Quiero expresar mi solidaridad más sentida con cada familia que hoy llora a sus seres queridos, con quienes resultaron heridos, con quienes lo perdieron todo por este absurdo atentado terrorista, y con todos los habitantes de Cali que sienten miedo e incertidumbre.
Nada justifica el terrorismo, nada puede legitimar la violencia que golpea de nuevo a nuestro pueblo trabajador y resiliente. El dolor que hoy sentimos en el Valle del Cauca es inmenso.
Me preocupa profundamente la seguridad de nuestra región. Los vallecaucanos no podemos acostumbrarnos a vivir entre amenazas y atentados.
El reciente descubrimiento de un plan para atentar contra la vida de nuestra gobernadora, Dilian Francisca Toro, y del alcalde de Cali, es un campanazo de alerta que exige acciones contundentes.
Atacar a nuestros gobernantes, más allá de sus partidos o posturas, es atacar la democracia y poner en riesgo la estabilidad institucional.
Ya esta violencia absurda cobró la vida de Miguel Uribe, precandidato presidencial, y pretenden los criminales poner presión sobre la contienda electoral que se avecina, a costa de la seguridad de los colombianos y la zozobra de candidatos y dirigentes políticos.
Hoy levanto mi voz para pedir al Gobierno Nacional, a la Fuerza Pública y a la comunidad internacional que acompañen con decisión al Valle del Cauca.
Necesitamos garantías de seguridad, necesitamos recuperar la confianza y necesitamos que se defienda la vida por encima de todo.
El Valle es tierra de gente buena, pujante, alegre y trabajadora. No podemos permitir que el miedo nos robe la esperanza ni que los violentos marquen nuestro destino.
A los vallecaucanos les digo: unidos somos más fuertes, no dejemos que la violencia nos divida. Este es el momento de la solidaridad, de la fe y del compromiso conjunto por la vida.
Hoy mi corazón está con Cali, con el Valle, con las víctimas y con todos los que creemos en una Colombia mejor.
Fuerza Cali. Fuerza Valle del Cauca.