Una mirada a las ventajas del Régimen Simple y los nuevos retos desde el Legislativo
Durante nuestra gestión en el Congreso de la República impulsamos la mejora al Régimen Simple de Tributación, disminuyendo impuestos, cargas fiscales y administrativas, así como extender a las pequeñas empresas beneficios económicos que sólo accedían las empresas grandes. Había que igualar la cancha.
Luego de un año de implementación de las mejoras propuestas, se duplicó el número de empresas inscritas – ya son más de 111 mil empresas-, y disminuyó la informalidad empresarial gracias a estos avances. El 45% de las empresas en el Régimen Simple decidieron formalizarse por sus beneficios.
Como empresario, conozco de primera mano la dificultad para asumir cargas tributarias y administrativas que deterioran nuestra caja y asfixian el deseo de continuar. A su vez sé que empresas sanas y robustas pueden brindar mejores empleos, ayudando a que más familias puedan superar la vulnerabilidad económica y social. Por eso, lideré la mejora al régimen para poder darle una mano y una ayuda a esas empresas que quieren crecer, generar empleo, producir y seguir construyendo país.
Los resultados positivos y tangibles están favoreciendo al motor de nuestra economía. El 58% de los beneficiados en el régimen especial son micro y pequeñas empresas, generadoras del 80% del empleo en el país, y son el rostro del colombiano de a pie y trabajador.
También es valioso reconocer que los beneficios no sólo son para la empresa y negocios, también se extienden a los trabajadores, pues en el régimen se garantiza su protección social en salud y pensión sin afectar la caja ni estructura de costos de las empresas inscritas.
En un país donde la formalización laboral es costosa y compleja, en la medida que se suavice la carga, es de esperar respuestas positivas cómo la duplicación de inscritos en sectores como el comercio, que, al requerir de uno o dos empleados, se les dificultaba garantizar su protección social.
Construimos un régimen que promueve la competitividad e igualdad de condiciones de las empresas más vulnerables y pequeñas frente a empresas más grandes, celebramos que en su primer año sea el preferido por los emprendedores en Colombia.
El reto continúa, y sé que, para seguir promoviendo empresa y empleos, debemos superar la crisis de seguridad que atravesamos.
Antes de finalizar el periodo legislativo, convoqué a las Comisiones Económicas del Congreso al departamento del Valle del Cauca, en aras de garantizar esos recursos económicos para hacerle frente a la inseguridad, que ha despertado en el territorio nacional gritos de contundencia.
Tengo la esperanza en que lograremos destinar el Presupuesto General de la Nación a lo que verdaderamente claman los colombianos y las familias trabajadoras.