Unidad familiar: el pilar para transformar a Colombia
A medida que nos acercamos al final de este año 2024, es inevitable reflexionar sobre los desafíos y logros que nos ha dejado este período.
En tan solo ocho meses al frente de la dirección colegiada del Partido de la U, junto a mi compañero de lucha, Alexander Vega, hemos trabajado incansablemente por fortalecer nuestra estructura política en diferentes regiones del país.
Instalamos directorios departamentales en lugares claves como Risaralda, Córdoba, Valle del Cauca, La Guajira, Magdalena, Amazonas, Caquetá y Chocó, siempre con la mirada puesta en la unidad y la transformación del futuro de Colombia.
Sin embargo, más allá de las metas partidistas, la reflexión más profunda que nos deja este tiempo es el recordatorio de que la transformación de nuestra nación comienza, sin duda, en lo más cercano y fundamental: nuestra familia y comunidad.
El país enfrenta momentos complejos, con noticias que nos sacuden y nos ponen a prueba como sociedad: escándalos de corrupción que parecen no tener fin, el creciente flagelo de la violencia que sigue arrollando nuestras ciudades y regiones, y el sentimiento de incertidumbre que cada vez más se apodera de nuestra gente.
En medio de esta adversidad, las voces de esperanza y el compromiso social deben resonar con más fuerza que nunca.
Es en nuestra unidad, en la capacidad de poner cada uno nuestro grano de arena para la construcción de un futuro mejor, donde reside la verdadera transformación.
La familia es el núcleo de la sociedad, y al mismo tiempo, el motor de un cambio profundo.
No podemos ignorar que la base de cualquier nación fuerte y próspera está en el amor, el respeto y la protección de quienes más necesitan nuestro apoyo: nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros mayores.
Como sociedad, debemos volver a poner a la familia en el centro de nuestras políticas y de nuestro actuar diario.
Es imperativo que cada uno de nosotros, desde nuestra realidad, seamos parte activa de la solución.
Esta transformación empieza desde la casa, desde los hogares, desde el cuidado y el respeto por aquellos que más queremos.
Es en la familia donde comienza a mejorar nuestro país, si todos protegemos a nuestros niños, si fortalecemos valores como la honestidad y la solidaridad, nuestro país saldrá adelante.
Colombia necesita retomar su rumbo en lo político, económico pero también en lo social y personal.
Un compromiso con el futuro de nuestros niños
Cuando hablo de unidad familiar, me refiero al compromiso de todos, en todos los niveles, para crear un entorno seguro y amoroso para nuestros niños.
Ellos son el futuro de Colombia, y es nuestra responsabilidad garantizarles un desarrollo digno, libre de violencia y lleno de oportunidades.
Si queremos una Colombia diferente, debemos empezar por proteger a nuestros niños, brindarles educación de calidad, acceso a la salud, y lo más importante, el amor y la guía que solo las familias pueden ofrecer.
Valorando a nuestras mujeres como motor de cambio
Las mujeres, en su diversidad y fortaleza, son el pilar fundamental de la sociedad colombiana.
No solo como madres, sino como trabajadoras, líderes, creadoras de cambio.
Este año 2024 ha dejado claro que debemos seguir luchando por la igualdad de género, por el respeto a los derechos de las mujeres, por su autonomía y por su plena participación en la toma de decisiones políticas, económicas y sociales.
Cuando fortalecemos a nuestras mujeres, estamos fortaleciendo a Colombia.
Las mujeres son el alma de nuestras comunidades y, por tanto, debemos seguir apoyándolas en su lucha por una vida libre de violencia y llena de oportunidades.
El valor de la unidad como motor de transformación
El lema de nuestro partido, “Unidos, transformamos el futuro”, cobra cada vez más sentido cuando entendemos que solo unidos podremos superar las dificultades que nos aquejan como sociedad.
La unidad, en nuestras familias, en nuestras comunidades y en la política, es el pilar sobre el cual se construye cualquier proyecto de nación.
En el Partido de la U, sabemos que el verdadero trabajo comienza cuando logramos consolidar una estructura sólida que refleje los intereses de todos los colombianos.
Pero esa unidad no debe quedarse en los pasillos del poder, sino que debe calar hondo en las casas, en las familias, en cada rincón del país.
A nivel nacional, la creación de alianzas estratégicas y la consolidación de liderazgos locales es el camino para enfrentar los desafíos del futuro.
Un Partido de la U unido, pero sobre todo, un país unido, es el cambio que todos soñamos.
Pero el cambio que tanto necesitamos no será posible si no contamos con la participación activa de todos.
Cada uno de nosotros, desde lo pequeño y cotidiano, tiene la capacidad de transformar nuestro entorno.
No podemos esperar que el cambio venga solo de las instituciones o de los políticos.
Debemos ser parte activa del proceso, haciendo que nuestras voces se escuchen y que nuestras acciones, por pequeñas que sean, contribuyan a la construcción de un país mejor.
Y es con este mensaje que quiero desearles Feliz Navidad y un próspero año: No dejemos que la incertidumbre y la desesperanza nos dominen.
Seamos nosotros, desde nuestra voluntad, quienes demos el paso hacia un año más prometedor.
Porque unidos, transformamos el futuro de Colombia.