Vicente Guerrero, único presidente negro de México
En la historia de América Latina, pocos nombres evocan tanta dignidad, valentía y sentido de justicia como el de Vicente Guerrero.
En la historia figura como el único presidente negro de México, el segundo presidente constitucional y uno de los pocos líderes afrodescendientes que alcanzó la jefatura de un Estado en el siglo XIX.
Hijo de un campesino afrodescendiente y de una mujer indígena, Guerrero representa no solo la resistencia frente a la opresión colonial, sino también un símbolo poderoso de la diversidad racial que ha forjado las naciones latinoamericanas.
Nacido en 1782 en Tixtla, Guerrero no fue educado en colegios de élite, ni heredó títulos de nobleza.
Fue arriero, conocedor de los caminos del sur mexicano, donde escuchó con atención los primeros murmullos de rebelión contra el yugo español.
Se unió a la lucha insurgente en 1810 y, tras la caída de líderes como Morelos y Hidalgo, mantuvo viva la llama de la resistencia.
Desde la Sierra Madre del Sur, dirigió una guerra de guerrillas implacable durante años, hasta lograr en 1821 la alianza con Agustín de Iturbide que consumó la independencia.
Infancia y formación
Vicente Ramón Guerrero Saldaña nació el 9 de agosto de 1782 en Tixtla, en el Virreinato de Nueva España (hoy estado de Guerrero).
Hijo de Juan Pedro Guerrero (afromexicano, comerciante y arriero) y María Guadalupe Saldaña, creció en una familia humilde pero respetada por su oficio de arriería.
No asistió a escuela formal; aprendió lectura y escritura de forma limitada, pero desarrolló habilidades como jinete, armero, conocedor del territorio del sur y comerciante ambulante.
Igual que Juan José Nieto Gil, el retrato de Guerrero fue blanqueado para que nadie supiera que en México hubo un presidente negro.
Abolición de la esclavitud en México
Pero más allá del campo de batalla, su legado más perdurable fue político y humano. Como presidente de México en 1829, firmó el decreto que abolió la esclavitud en todo el país, un acto visionario que anticipó medidas similares en otras naciones latinoamericanas.
Para un hombre marcado por su ascendencia negra e indígena, este acto no fue solo una decisión administrativa: fue un compromiso de vida.
Su célebre frase, “La patria es primero”, pronunciada cuando su padre fue presionado para que lo convenciera de deponer las armas, sintetiza la fuerza de sus principios. Guerrero no luchaba por ambiciones personales, sino por la libertad, la justicia y la inclusión.
Gobierno de México
Durante su juventud trabajó como arriero, recorriendo el sur de Nueva España, donde absorbió ideas independentistas.
Participación en la Independencia de México
En 1810 se unió al movimiento insurgente encabezado por José María Morelos. En 1821 se alió con Agustín de Iturbide para firmar el Plan de Iguala, introduciendo la cláusula que garantizaba igualdad civil a todos sin importar su origen racial.
Presidencia y legado
Asumió como segundo presidente de México el 1 de abril de 1829, tras el motín de la Acordada, que anuló la elección de Gómez Pedraza.
Gobernó ocho meses y medio, impulsando reformas liberales: creación de escuelas públicas, reforma agraria, promoción del comercio, tolerancia religiosa, supresión de fueros militares y eclesiásticos.
Caída y ejecución
En diciembre de 1829 fue derrocado por un golpe encabezado por su vicepresidente Anastasio Bustamante. Tras liderar una rebelión en 1830–31, fue capturado y fusilado el 14 de febrero de 1831 en Cuilápam, Oaxaca.