Violencia contra servidor público

José David Solís Noguera

Me he encontrado con agentes de tránsito y policías que no son muy amables al momento de solicitar documentos o realizar procedimientos de control y verificación, pero su mala actitud o inadecuado trato jamás debe justificar a que los ciudadanos reaccionemos con violencia ante sus requerimientos o ante las imputaciones por no cumplir con las obligaciones como conductor.

Esta semana se convirtió en video viral en las redes la reacción agresiva protagonizada por una mujer motociclista que atenta contra dos funcionarias de tránsito de Cali que le requirieron por no llevar marcado su caso con las placas de la moto.

La intolerancia, poca consciencia respecto al deber ser del ciudadano y la falta de respeto a la autoridad, son los motivos que llevan a que muchos conductores resuelvan o escuden sus responsabilidades en reacciones agresivas en contra de los servidores públicos.

Esta mujer no sólo se dio a conocer por incurrir en el delito de lesiones personales al atacar y abusar de la autoridad, sino que ahora es tema de discusión en las redes al haberse salvado de mínimo 4 años de prisión – según lo contemplado en el código penal, en su artículo 429, – todo porque su defensa justificó su reacción debido a un trastorno bipolar que la lleva a manejar ese tipo de situaciones de esa manera.

Es aquí donde me detengo a pensar con gran preocupación, acerca de la cantidad de conductores que manejan moto o carro y que padecen de ese tipo de enfermedades psiquiátricas y que terminan siendo un peligro para la sociedad al no ser conscientes de la vida propia y de la vida de los demás.

Y al tránsito, como autoridad civil le pregunto: ¿Qué hacen ustedes para controlar la entrega de licencias a personas como esas?

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viernes 22 de marzo, 2019

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