Es una pésima señal que no se permita que los guardas de tránsito regulen el tráfico en algunas intersecciones sin semáforos
Cali debe recuperar el orden y la autoridad
El paro, que terminó hace rato, no puede seguir siendo excusa para que en Cali se permitan ciertas conductas que rayan con la ilegalidad y que afectan la seguridad y la movilidad de los caleños.
Esta reflexión surge a raíz de las intersecciones viales que se quedaron sin semáforos por cuenta de los actos vandálicos ocurridos durante las protestas y en las cuales no se permite la presencia de guardas de tránsito que regulen el flujo vehicular.
Aunque la Secretaría de Movilidad ha avanzado en la recuperación de la red de semáforos de la ciudad, aún son varios los puntos en los que no se han restituido los dispositivos, razón por la cual los guardas deben hacer este trabajo.
Sin embargo, en varias ocasiones se han denunciado intimidaciones contra los agentes de movilidad en algunos puntos del oriente de la ciudad en los que se les impide que cumplan su función, la cual ejercen ciudadanos del común.
Si bien en Cali no es nuevo que algunas personas asuman de manera momentanea la regulación del tráfico, a cambio de monedas, cuando se dañan los semáforos en alguna intersección vial, una cosa es prestar ese servicio de emergencia y otra, muy diferente, es impedir que la autoridad de tránsito ejerza sus funciones.
Entender la lógica del rebusque y las muchas necesidades que pasan miles de personas en la ciudad no puede conducir a la normalización de prácticas que pueden considerarse pillaje, pues, de seguir así, muchos semáforos podrían ser nuevamente destruidos para propiciar la labor de los reguladores improvisados.
Cali tiene que recuperar el orden y la autoridad, y el paro no puede seguir siendo excusa para validar acciones que nada tienen que ver con la protesta social y que no pueden validarse como tal.