Hay que empoderar a la Policía y garantizar que no haya sitios vetados en la ciudad para los uniformados
Cali y el acoso de la delincuencia
Aunque en las últimas semanas las autoridades han logrado importantes capturas de delincuentes dedicados al atraco, esta modalidad de robo sigue siendo el factor que más perturba la tranquilidad de los caleños.
Cada día se presentan nuevos casos, muchos de ellos registrados en video, que muestran cómo sujetos motorizados interceptan a ciudadanos en la calle o en establecimientos públicos, los amenazan con armas de fuego, los despojan de sus pertenencias y huyen.
El más impactante entre los atracos recientes registrados en Cali es el atraco masivo ocurrido en la Carrera Primera, frente al Cementerio Central, donde un grupo de delincuentes detuvo el tráfico y robó a todas las personas que pasaban por allí. A los ladrones no les importó que a pocas cuadras estuviera el Comando de la Policía Metropolitana y una estación de esta institución.
Cali necesita mayor acción contra la criminalidad, es tal la amenaza delincuencial que, siendo realistas, sobrepasa la capacidad operativa de la Policía que, además de déficit de uniformados, perdió buena parte de las cámaras de seguridad, que fueron destruidas durante el paro nacional, tiempo durante el cual el accionar de los delincuentes aumentó considerablemente en la ciudad.
Además, a raíz del paro, se produjo una especie de “estado de opinión” contra la Policía, al punto que en ciertos sectores de la ciudad no se permite su ingreso y hay personas que impiden procedimientos policiales. Ignoran estos ciudadanos que, al sabotear la labor de las autoridades, le están haciendo el juego a delincuentes que tarde o temprano afectarán a su comunidad.
Si a todo lo demás se agrega que sólo el 10% de los delincuentes capturados son procesados y condenados, se tiene una mezcla peligrosísima para la ciudad. Por eso, garantizar la seguridad de los caleños tiene que ser una prioridad y, para ello, la ciudadanía debe rodear a las autoridades.