Campañas e infamia

miércoles 19 de agosto, 2015

Dejan mucho que desear los candidatos que están más dedicados a desacreditar a sus contendores que a posicionar sus propios nombres.

Resulta muy preocupante que las contiendas por la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle estén marcadas por los rumores, la desinformación y los ataques y no por las propuestas.

Se supone que alguien que pone su nombre a consideración de la ciudadanía en un proceso de elección popular debe buscar el favor de los electores con propuestas, con tesis argumentadas y con su hoja de vida como carta de presentación, pero lo que se ha visto en las últimas semanas en Cali y el Valle es todo lo contrario: candidatos que no hablan lo bueno de ellos sino que se dedican a señalar lo que consideran malo de sus contendores; campañas dedicadas a pensar estrategias no para posicionar a su candidato sino para dañar a los contrarios.

Dejan mucho que desear los candidatos que recurren a este tipo de artimañas con tal de ganar las elecciones, pues generan la sensación de que ante la falta de realizaciones y de aspectos positivos propios para destacar no les queda otro camino que despotricar de sus contendores.

Las redes sociales se han convertido en el escenario de las más irresponsables acusaciones y de la difusión de mentiras y ataques que no respetan ni siquiera la vida íntima y la salud de algunos candidatos.

Lo que se ha visto en las última semanas está muy lejos de lo que debe ser un proceso electoral; las campañas deben estar basadas en el debate, en las propuestas, en demostrar el conocimiento del Departamento y del Municipio.

Aquí es necesario hacer un llamado a los candidatos a concentrarse en lo esencial, pero también a los ciudadanos a no caer en los juegos de distracción y manipulación al que quieren llevarlos algunas campañas que buscan mover sus temores y generar incertidumbre para obtener réditos electorales.

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