Ojalá los congresistas piensen en los intereses de los colombianos y no en su conveniencia particular a la hora de votar las reformas
Congresistas: Por favor, no vendan el país
En el complicado escenario político que enfrenta Colombia, se vislumbra una peligrosa tendencia que nos remonta a épocas oscuras de la política nacional; las versiones que circulan acerca de acercamientos entre el gobierno nacional y congresistas con el propósito de asegurar mayorías para las reformas generan inquietud y recuerdan episodios vergonzosos del pasado, marcados por la entrega de “mermelada”.
Históricamente, hemos sido testigos de decisiones legislativas tomadas en medio de sospechas de corrupción y compraventa de votos.
En este contexto, las reformas propuestas por el presidente Gustavo Petro, especialmente en los ámbitos pensional, laboral y de salud, generan un clima de incertidumbre.
Las advertencias de expertos señalan la insostenibilidad financiera de estas propuestas, lo que eleva la preocupación sobre las posibles motivaciones detrás de su aprobación.
Por lo anterior, es necesario hacer un llamado urgente a los congresistas para que prioricen un debate técnico, alejado de intereses personales.
No deben aprobar por aprobar, sino considerar detenidamente el impacto que estas reformas tendrían en el país a mediano y largo plazo. La posibilidad de cooptar votos mediante la entrega de puestos y contratos es inaceptable y representa un grave atentado contra la integridad de nuestra democracia.
¿Están dispuestos a quebrar a Colombia, a sumirla en un espiral de decrecimiento en aras de intereses individuales? Los congresistas deben votar conforme a sus convicciones y al interés nacional, no por conveniencia personal.
La responsabilidad que tienen con sus electores no puede ser subestimada; deben recordar que fueron elegidos para representar y velar por los intereses de la ciudadanía.
Colombia merece un futuro basado en decisiones justas y transparentes, no en acuerdos oscuros que comprometan el bienestar de la nación.