De confianza, paz y guerrillas
Si el ELN quiere dialogar, no debe repetir los errores de las Farc.
¿Cómo corresponderán las guerrillas del ELN y las Farc a la generosidad del Gobierno Nacional? Esta pregunta surge tras el encuentro de alias “Gabino” y alias “Timochenko” en Cuba, facilitado por el presidente Juan Manuel Santos con el propósito de incorporar al Ejército de liberación nacional al proceso de negociación que se adelanta con las Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia en la isla caribeña.
Si bien es cierto que hay que hacer un esfuerzo para sentar al ELN a dialogar y procurar que se pueda aprovechar lo trabajado con las Farc para no volver a empezar de cero, la torpeza de ambos grupos guerrilleros hace que los colombianos miren con desconfianza la generosidad del Gobierno, que es vista como debilidad por el grueso de la ciudadanía por culpa de la insistencia de los grupos armados ilegales en acciones violentas.
Para que se pueda avanzar verdaderamente en el proceso de paz con las Farc y en las aproximaciones con el ELN se debe recuperar la confianza, pero hechos como la exhibición de la pierna amputada a un soldado por un explosivo, como si se tratara de un trofeo, en Norte de Santander, o la masacre de los soldados en Buenos Aires, Cauca, alimentan la justificada prevención de los colombianos.
Las guerrillas deben ser consecuentes, pues lo que mas daño le hace al proceso de negociación es la evidente falta de coherencia entre hablar de paz y al mismo tiempo insistir en la guerra; por eso, si el ELN tiene intención de negociar no puede repetir el camino equivocado de las Farc, que durante los dos años y medio de las conversaciones en Cuba, contrario a construir puentes con los colombianos a través de gestos de paz, ha caído en acciones y actitudes que solo han servido para que el proceso pierda respaldo ciudadano.