De piratas y protestas
Para eliminar la piratería hay que darle una alternativa de transporte formal eficiente a los caleños.
Los disturbios que se registraron en Siloé el pasado miércoles y que dejaron una persona muerta cuando ‘motorratones’ y habitantes del sector se enfrentaron a la Policía, que adelantaba operativos contra el transporte informal, son una muestra de lo que puede ocurrir en la ciudad si la presencia de las autoridades en ciertos sectores de Cali sigue siendo solo para reprimir y no para llevar soluciones.
Es preocupante ver que cada vez con mayor frecuencia los operativos relacionados con el transporte público terminan en riñas, enfrentamientos y desmanes en la ciudad. Esto debe llevar a las autoridades a preguntarse si están atendiendo el asunto de la mejor manera o si, tal vez, sin que suene a justificación del uso de la violencia por parte de la comunidad, el mal manejo del tema ha motivado en alguna medida las desmedidas reacciones de la gente.
En el caso de los operativos contra los ‘motorratones’, los controles se han realizado sin ofrecerle una alternativa de transporte formal a la gente antes de quitarle el servicio pirata, que, con todo y la inseguridad que representa para los pasajeros, es la única alternativa en muchas zonas de la ciudad a las que el MIO no llega o en las que presta un servicio deficiente. Esa es la gran paradoja del tema.
Además, hay que tener presente que la falta de empleo convierte al mototaxismo en una alternativa de subsistencia para miembros de las mismas comunidades que utilizan este servicio, por eso es que en las protestas no solo los conductores de las motos se enfrentan a las autoridades, también lo hacen personas que temen quedarse sin transporte.
En ese sentido, en aquellos sectores en los que reina la piratería, las autoridades además de ofrecer una alternativa de transporte formal que satisfaga las necesidades de cobertura y frecuencia de la gente, deben llegar con alternativas de empleo.