Educación de calidad

jueves 7 de mayo, 2015

El paro de los maestros puso en la agenda el tema de la educación.

El salario de los profesores y la evaluación de su desempeño han sido los puntos álgidos de la negociación, con posiciones antagónicas de las partes. Lo triste del proceso es que no parece haber una discusión profunda sobre su impacto en la calidad educativa.

Más allá de la discusión sobre si lo que piden los maestros es justo o no, lo cierto es que la remuneración sí está ligada a los perfiles de las personas que se pueden contratar. Sin embargo, también es cierto que pagar más no garantiza una mejor calidad.

En ese sentido, es desconcertante que los maestros hayan puesto tantos peros a la exigencia de ser medidos. En el mundo moderno todos los profesionales tienen metas y deben someterse a la presión de los resultados.

Lo cierto de la situación del país es que la calidad de su educación pública es mala. Guillermo Perry, una autoridad en la materia, relaciona cuatro elementos necesarios para superar esta situación: 1) Alta calidad de los programas de formación de los maestros. 2) Evaluaciones periódicas. 3) Salarios de enganche competitivos con los de otras profesiones, que él estima se logran aumentando un 18%. 4) Incentivos al cuerpo docente de los planteles que logren mejoramientos importantes en los resultados de las pruebas estandarizadas a sus estudiantes, así como reducciones en las tasas de deserción y repitencia. No parecen inalcanzables.

Paralizar las actividades de nueve millones de estudiantes le da a Fecode capacidad de presión. Sin embargo, frente a los problemas fiscales del país y a la mala calidad de la educación, ahora que hay un preacuerdo entre las partes debe tenerse claro que los recursos adicionales no deben soltarse sino están amarrados a un plan serio de desempeño.

Comments

Otras Noticias