Hay determinaciones que son necesarias

El alumbrado, una decisión sensata

jueves 3 de septiembre, 2020

El alumbrado navideño es muy importante para los caleños, tanto que en el año 2012 el entonces alcalde Rodrigo Guerrero tomó la decisión de no realizarlo y la reacción negativa que hubo en la ciudad obligó a la administración municipal a replantear el tema.

Hace un par de días el alcalde Jorge Iván Ospina anunció que este año Cali no tendrá el tradicional alumbrado decembrino, la decisión obedece a una medida preventiva, pues cada noche acuden en promedio 30 mil personas a ver las luces navideñas, que en los últimos años han sido instaladas en el bulevar del río. En medio de una pandemia, que, aunque se espera haya disminuido, seguirá activa a finales de año, una aglomeración de estas magnitudes representa un riesgo de contagio mayúsculo.

En ese sentido, la decisión tomada por el alcalde Ospina en relación con el alumbrado navideño es responsable y sensata, pues, por mucho que los caleños esperen cada año la iluminación decembrina, hay un propósito superior que es la protección de sus vidas.

Si algo ha sido difícil de asimilar dentro de la pandemia son las decisiones y medidas que restringen las actividades sociales, sobre todo aquellas que están ligadas a las tradiciones, pero allí los ciudadanos deben ser conscientes del riesgo que éstas implican. Cali es una ciudad festiva, que en diciembre, además de celebrar la navidad, tiene su tradicional feria, pero este año los caleños deben entender que realizar actividades masivas, mientras haya posibilidad de contagio de covid-19, sería una irresponsabilidad.

Hay determinaciones de las autoridades que, aunque puedan ser impopulares, son necesarias; por eso el llamado es a respaldar la decisión de cambiar el alumbrado tradicional por uno móvil, pues primero está la vida.

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