Con un nivel de ocupación de camas UCI del 92%
El autocuidado, el mejor regalo
Por estos días, en los que se suele hacer balances y reflexiones, vale la pena que cada caleño realice una autoevaluación de su conducta en medio de la pandemia y se pregunte si ha sido responsable con su autocuidado y el de su familia. Quienes han acatado las recomendaciones sanitarias y se han esforzado por cumplir los protocolos de bioseguridad, pueden sentirse orgullosos y tranquilos, pero otros, lamentablemente muchos, que han minimizado el riesgo y subestimado las medidas de protección, deberían sentirse avergonzados por la manera en la que se han expuesto ante un virus que puede ser mortal para ellos y sus seres queridos.
La insistencia en aglomeraciones, fiestas y reuniones, pese a las muchas advertencias de las autoridades y a los peligros evidentes del covid-19, que ya le ha causado la muerte en nuestra ciudad a 2.600 personas, habla mal de esos caleños que sobreponen la rumba y la actividad social a la vida misma. Ante este panorama de irresponsabilidad, utilizando como ejemplo el personaje de una antigua campaña de cultura ciudadana, se puede decir que en Cali abundan los “vivos bobos”, personajes que por un momento de diversión son capaces de poner en riesgo su salud e incluso su vida y las de sus seres queridos.
Con un nivel de ocupación de camas UCI del 92%, con los contagios en aumento, con escasez de medicamentos para pacientes que requieren intubación, lo mínimo que se espera de una persona responsable es que extreme las medidas de autocuidado, lo contrario es insensatez. Por eso es necesario que cada caleño reflexione y que aquellos que caigan en cuenta de la gravedad de la situación, den ejemplo de responsabilidad, para que en vez del virus se propaguen la buena conducta y la práctica estricta de los protocolos de bioseguridad. Que ese sea el regalo de Navidad.