Hay situaciones complejas de administrar por cuenta de la pandemia
El dilema de los pasajes
La pandemia del Covid-19 ha llevado a situaciones verdaderamente complejas de manejar, muchas medidas adoptadas para contener la expansión del virus y proteger la vida han derivado en dilemas difíciles de resolver, por las repercusiones sociales y económicas que implican.
Eso es, precisamente, lo que está ocurriendo con las tarifas del transporte intermunicipal. A raíz de las disposiciones que establecen que los vehículos de servicio público colectivo deben circular con una ocupación máxima del 35%, para que los pasajeros puedan conservar una distancia prudencial, varias empresas que operan entre Cali y municipios vecinos, como Jamundí y Palmira, anunciaron el incremento de sus tarifas; ahora los pasajes costarán casi el 90% más.
El dilema está en que las empresas transportadoras tienen motivos de sobra para cobrar más, pues, si no lo hacen, operarán a pérdida. Pero también tienen razón los usuarios que reclaman por los incrementos, pues ahora pagarán casi el doble por el mismo servicio.
La salida obvia es que el Estado, en una medida transitoria, mientras dure la medida que restringe la ocupación de los carros, subsidie el servicio de transporte, pero eso que se lee tan fácil, en la práctica no lo es, pues los recursos de la Nación, de los departamentos y de los municipios no son ilimitados. ¿Cuánto costaría cubrir con recursos públicos los incrementos en el transporte público en todo el país?
Si bien subsidiar por completo el incremento de la tarifa puede ser financieramente imposible, es necesario explorar otras fórmulas, como exenciones transitorias a los transportadores en el impuesto automotor, en la sobretasa a la gasolina e incluso en el cobro de peajes, que atenúen la pérdida producida por la prohibición de ocupar todos los asientos.