El ejemplo de María Corina

La oposición venezolana se ha enfrentado al chavismo en cinco elecciones presidenciales desde la llegada de Hugo Chávez al poder.

En 1998, Chávez fue elegido por primera vez; en 2000 y 2006 fue reelecto, y en 2012 ganó nuevamente en una contienda contra Henrique Capriles.

En 2018, Nicolás Maduro fue elegido en unas elecciones muy cuestionadas por la oposición y la comunidad internacional.

Por eso, la próxima elección presidencial, programada para este domingo 28 de julio, marca un momento crucial en la historia de Venezuela. La oposición, con Edmundo González como candidato, busca romper con 25 años de control chavista.

En este contexto, la figura de María Corina Machado se ha convertido en un faro de esperanza y resiliencia para el vecino país.

La líder opositora ha enfrentado innumerables obstáculos “legales” impuestos por el régimen de Nicolás Maduro en su campaña, pues a pesar de haber ganado las primarias opositoras con más del 90% de los votos y ser la gran favorita en las encuestas, fue inhabilitada políticamente por 15 años, impidiéndole inscribirse como candidata presidencial.

Sin embargo, en un gesto de grandeza, María Corina decidió respaldar a Edmundo González y continuó haciendo campaña como si fuera ella misma la candidata.

Este acto de desprendimiento y compromiso fortaleció aún más su posición ante el pueblo venezolano, una tenacidad que ha inspirado no sólo a su país, sino al mundo entero.

La gran lección que nos deja María Corina Machado es que la clave para enfrentar una tiranía radica en la unión. Hoy, la unidad lograda en torno a la figura de María Corina Machado es tal que nadie duda que la oposición tiene una oportunidad real de ganar las elecciones del próximo domingo en Venezuela.

Sin embargo, la verdadera incertidumbre reside en cuál será el resultado que presentará el Consejo Nacional Electoral, controlado por el régimen chavista.

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