El futuro de los taches

Es necesario que la Secretaría de Movilidad de Cali realice con prontitud una evaluación técnica que determine la utilidad de los taches y bolardos que fueron instalados por la anterior administración municipal.

Si bien hay una mayoritaria animadversión frente a estos elementos por parte de quienes consideran que reducen el espacio para los automotores en las vías, la decisión de mantenerlos, reubicarlos o quitarlos no puede ser emocional, sino que debe partir de una valoración objetiva de los efectos que han tenido en la movilidad de la ciudad.

Cada quien ve el tema desde su punto de vista, por eso la decisión se debe tomar pensando en todos los actores viales, no solamente en los conductores de carros y motos, y considerando que los taches y los bolardos tienen como fin principal reducir la velocidad y, con ella, la accidentalidad en la ciudad.

Tal vez se encuentre que que algunos de estos elementos son inoficiosos y deben ser retirados y reubicados, pero así como la utilidad de algunos es discutible, hay otros que deben mantenerse, porque han aumentado la seguridad vial para peatones y ciclistas, que son los actores más vulnerables en nuestras calles.

Si un conjunto de taches y bolardos alarga el tiempo de desplazamiento de quienes van en carros y motos, pero reduce la posibilidad de que quienes van a pie o en bicicleta sufran accidentes, debe mantenerse. La protección de vidas, debe ser una prioridad indiscutible.

La decisión que se tome debe ir acompañada de una campaña permanente de pedagogía ciudadana enfocada en la convivencia en las vías y el respeto entre los actores de la movilidad, para que cada quien asuma su rol en las calles con la mayor responsabilidad posible.

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