¿Cómo hacer que lo logrado durante tres meses se extienda indefinidamente?
El laboratorio de paz en Buenaventura
Que Buenaventura haya completado 90 días sin muertes violentas es una gran noticia. Sin duda, la tregua entre “Shottas” y “Espartanos”, dos bandas cuya disputa por el control territorial ha llenado de sangre y miedo a la ciudad porteña, funcionó.
El acuerdo entre estas dos agrupaciones de la delincuencia común es parte de un laboratorio de paz que busca salidas a los problemas de violencia del país.
La gran pregunta que surge ante este positivo resultado es cómo lograr que sea sostenible en el largo plazo, no sólo en Buenaventura, sino también que pueda replicarse a lo largo y ancho del país, donde las confrontaciones por el control de los negocios ilícitos, especialmente del microtráfico, es una de las principales causas de los homicidios en los centros urbanos.
Que un acuerdo entre dos bandas dé los resultados que ninguna intervención policial ni militar había logrado hasta el momento en Buenaventura, demuestra la complejidad del problema, pues la capacidad de daño que han alcanzado estos grupos delincuenciales sobrepasa por una u otra razón la capacidad de las autoridades.
En ese sentido, sin renunciar a perseguir y combatir a quienes insisten en el camino del delito, vale la pena insistir en alternativas que permitan sacar a tantos jóvenes de la criminalidad y, sobre todo, evitar que otros ingresen a ese mundo.
Allí está el reto del laboratorio de paz de Buenaventura, pues además de lograr que los miembros de estas bandas dejen de delinquir y se dediquen a actividades licitas, es indispensable garantizar que otros no lleguen a ocupar sus lugares o, de lo contrario, todo el esfuerzo se perderá en poco tiempo.
Foto: Archivo-Diario Occidente