La batalla contra el dengue debe ser una constante
En alerta por los zancudos
Los llamados a tomar medidas para prevenir el dengue no se pueden subestimar. Esta enfermedad es una realidad, en lo corrido del año en Cali se han registrado cinco muertes por esta epidemia y se calcula que en todo el país hubo 23 decesos en enero por cuenta del mismo mal.
Medidas sencillas como la eliminación de agua estancada y basureros que propician la reproducción del zancudo transmisor, el uso de repelente y la fumigación pueden hacer la diferencia en los hogares.
Minimizar el riesgo del dengue, porque en la mayoría de los casos causa síntomas gripales, es una completa irresponsabilidad, pues en ocasiones la infección evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal. Una persona que desarrolle la variación más compleja del dengue, puede perder la vida en menos de dos semanas.
Teniendo claro lo anterior, es fundamental que en cada hogar se le declare la guerra a los zancudos, como principal medida de protección frente a una enfermedad que puede ser mortal.
Las autoridades, por su parte, deben incrementar las acciones de erradicación del mosquito, con fumigación permanente y limpieza de sumideros. Es mas, pasada la epidemia, esta debería ser una medida permanente, pues el aedes aegypti es transmisor de otras enfermedades como el zika y el chicunguña.
Por ser una enfermedad endémica en nuestras tierras tropicales, la batalla contra el dengue debe ser una constante. Esperar a que se presente una epidemia para hablar del tema y actuar, juega a favor de la enfermedad, por eso las campañas pedagógicas y las labores de fumigación y erradicación de focos de reproducción de los zancudos, deben ser permanentes. El dengue no nos puede ganar.