Hay que salvar al MIO
Se entiende que los ajustes de los últimos días son necesarios, pero se debe informar oportunamente a los usuarios.
Contrario a recriminaciones y señalamientos, las dificultades que atraviesa el Masivo Integrado de Occidente, MIO, requieren la unión de todos los actores del sistema para sacarlo adelante.
Se entienden los cambios realizados desde ayer, cuando se suspendieron seis rutas y se realizaron modificaciones en varios recorridos del sistema, pues son necesarios dentro del propósito de optimizar la flota; sin embargo, estas decisiones no pueden ser una sorpresa para los usuarios.
Si una ruta se cancela, se suspende o se modifica sin que se informe previamente a los ciudadanos, es lógico que haya molestia e inconformidad entre quienes esperan un bus que no llega y no reciben ninguna explicación.
Por lo anterior es tan importante que además de la Superintendencia de Puertos y Transporte, la Alcaldía de Cali, Metrocali, la Secretaría de Tránsito y los operadores, los usuarios sean involucrados en el proceso, pues cualquier decisión que se tome sobre cambios el MIO afecta la cotidianidad de quienes utilizan el sistema.
Si la gente recibe suficiente información y explicaciones a tiempo, comprenderá el porqué de los ajustes y tendrá una mejor actitud frente al sistema.
Optimizar la flota, es decir, atender sólo las rutas que el número disponible de buses pueda cubrir satisfactoriamente en capacidad de pasajeros y frecuencias es una buena decisión, como también lo es el anuncio hecho por el alcalde Rodrigo Guerrero de no retirar los vehículos que quedan del servicio colectivo tradicional hasta que el MIO pueda suplirlos de manera adecuada en las zonas en las que aún operan.
Hay que definir qué otros ajustes y medidas, como estos y la intervención de los operadores que no cumplan, deben hacerse para salvar al MIO. Es hora de que la ciudad piense en la asesoría internacional de un sistema de transporte masivo exitoso que pueda servir como modelo y determinar cuanto antes qué se debe hacer.