Los Consejos de Juventud deben convertirse en espacios reales de decisión y no en trámites simbólicos.
Jóvenes y política, una oportunidad que no puede perderse
Este domingo, 19 de octubre, los jóvenes entre 14 y 28 años tienen la oportunidad de votar por los Consejos Municipales y Locales de Juventud, un ejercicio que podría marcar el inicio de una transformación cívica si se le da la importancia que merece.
En un país donde el abstencionismo domina cada elección, estimular la participación de las nuevas generaciones es una necesidad urgente. Colombia no puede seguir resignada a que solo una minoría decida por todos.
El reto es lograr que estos consejos no sean un simple cumplimiento de la ley, sino verdaderos espacios de incidencia, donde los jóvenes tengan voz y voto en las decisiones de sus territorios.
Además, es fundamental que no se conviertan en escenarios controlados por las estructuras políticas tradicionales, sino en plataformas abiertas que inspiren liderazgo, formación democrática y compromiso ciudadano.
La participación política juvenil es esencial para renovar la democracia y garantizar que las decisiones públicas incluyan las perspectivas de quienes representan el presente y el futuro del país.
Su mirada crítica, su dominio de la tecnología y su preocupación por temas como el cambio climático, la equidad y los derechos humanos aportan frescura y profundidad al debate público.
El país necesita jóvenes que voten, pero también que piensen, discutan y propongan. La democracia no se hereda: se aprende participando democráticamente, no con bloqueos ni con protestas vandálicas.
Por eso, este domingo, más que una elección, está en juego la posibilidad de formar una generación con criterio político y compromiso democrático.