Comenzó en 1976 como cónsul de Colombia en Tokio
La importancia de Carlos Holmes Trujillo
Pocos vallecaucanos y, en general, pocos colombianos dedicados a la vida pública, cuentan con una trayectoria como la de Carlos Holmes Trujillo García, quien falleció ayer, a los 69 años de edad, víctima del coronavirus.
El recorrido de Carlos Holmes, como era conocido, comenzó en 1976, como cónsul de Colombia en Tokio y, desde entonces, pasó por los más altos cargos del Estado, en una carrera de 44 años que esperaba culminar en la Presidencia de la República, cargo al que se postuló como precandidato en dos oportunidades y al que tenía planeado candidatizarse en 2022.
Trujillo fue el primer alcalde de Cali elegido por voto popular, en 1988, y realizó una administración cuya huella aún se palpa en los Centros de Atención Local Integradas, los Calis, creación suya para llevar la administración municipal a las comunas.
De allí en adelante, Carlos Holmes Trujillo tuvo participaciones en momentos claves de la historia política contemporánea de Colombia, pues hizo parte de la asamblea que redactó la Constitución de 1991, para posteriormente ser comisionado de paz, ministro de Educación, ministro del Interior, ministro de Relaciones Exteriores y ministro de Defensa, el cargo que ocupaba cuando se contagió con el virus que lo llevó a la muerte.
A esta experiencia se suma su larga trayectoria diplomática, pues fue embajador ante los gobiernos de Austria, Noruega, Finlandia, Islandia y Dinamarca, así como jefe de la misión de Colombia ante la OEA y la Unión Europea.
Por esa vasta experiencia, que le dio un gran conocimiento del Estado, Carlos Holmes Trujillo podía ser llamado estadista, pues conocía como pocos el funcionamiento de lo público fruto de la experiencia obtenida de los cargos que desempeñó. Paz en su tumba.