Hace bien el gobierno colombiano al negarse a extraditar a los opositores venezolanos refugiados en nuestro país
La importancia de marcar diferencia con Maduro
Que el presidente Gustavo Petro haya rechazado la solicitud de Nicolás Maduro de extraditar a los opositores venezolanos que están en Colombia en condición de refugiados es una buena noticia, porque marca una diferencia frente al antidemocrático régimen del vecino país.
Este último punto es muy importante para Colombia, pues, desde que estaba en campaña, ha habido dudas en torno a Petro y su posible relación con Maduro, así como sobre su supuesta simpatía por el modelo de gobierno que acabó con la democracia venezolana.
Por eso es valioso que el mandatario colombiano no se preste para la venganza del régimen vecino contra sus opositores.
Que el gobierno colombiano no secunde este tipo de persecuciones es, al mismo tiempo, una señal positiva para la oposición política de nuestro país, pues se espera que durante estos cuatro años haya plenas libertades para quienes defienden ideas democráticas contrarias a las del presidente Gustavo Petro.
Allí también vale la pena destacar la reunión entre el mandatario y la senadora María Fernanda Cabal, una de las pocas voces opositoras que quedan en el Senado de la República, y cuyos hijos tuvieron que salir de Colombia por amenazas. La congresista del Centro Democrático y los demás opositores deben tener plenas garantías.
En ese sentido, es importante que Petro envíe mensajes claros y contundentes a sus seguidores sobre el respeto a la oposición, pues es muy peligroso que se genere un ambiente hostil frente a ellos, y es notoria y preocupante la intolerancia que muestran algunos seguidores del nuevo gobierno ante cualquier cuestionamiento hacia el presidente, los ministros y sus propuestas.
Una cosa es restablecer las relaciones con Venezuela, que está bien, y otra es secundar las acciones antidemocráticas de Maduro.
Foto: @NicolasMaduro