Si a alguien hay que reconocerle por su lucha contra el crimen es a Dilian Francisca Toro
La politización de la seguridad, un ataque injusto a la gobernadora Toro
En medio de la creciente preocupación por la seguridad en el Valle del Cauca, es lamentable ver cómo algunos sectores políticos han aprovechado la situación para atacar a la gobernadora Dilian Francisca Toro.
Los llamados del senador Carlos Fernando Motoa para citar a la mandataria a debates de control político en el Congreso de la República dejan la sensación de un intento de politizar un tema tan sensible y crucial para el bienestar de los vallecaucanos.
El gobierno nacional, con el presidente Gustavo Petro a la cabeza, ha dejado desprotegidas a las regiones más afectadas por el crimen, como el Valle del Cauca y el suroccidente colombiano.
Las visitas fugaces del ministro de Defensa, Iván Velásquez, a la región resultan insuficientes ante la magnitud del problema, y las decisiones tomadas desde Bogotá, como los ceses “bilaterales”, que les dan ventajas a los grupos criminales frente a las Fuerzas Militares y la Policía, agrandan el problema. Ese es el panorama que alcaldes y gobernadores deben enfrentar prácticamente solos.
En este contexto, la gobernadora Toro ha demostrado un liderazgo firme y decidido, asumiendo tareas que claramente debería asumir el gobierno nacional.
Ante la falta de recursos y apoyo, la mandataria vallecaucana ha llenado los vacíos dejados por quienes verdaderamente tienen la capacidad de tomar decisiones sobre las tropas y el presupuesto.
Por todo lo anterior, es preocupante que, en lugar de apoyar a una líder que ha estado al frente de la lucha contra el crimen en el departamento, se pretenda someterla a un control político impulsado por intereses que parecen más personales que genuinos. Cuestionar su gestión en seguridad sin reconocer el abandono del gobierno central no solo es injusto, sino también insolidario.
Hay que dejar de lado las diferencias políticas y rodear a la gobernadora Dilian Francisca Toro en su lucha contra el crimen, y una buena forma de hacerlo es exigiéndole explicaciones a quienes realmente deben rendir cuentas sobre el tema: el presidente Petro y su ministro de Defensa.