Los anuncios hechos en la materia son alentadores, ahora se necesita que los refuerzos que llegan no sean momentáneos
La seguridad de Jamundí y Cali: una prioridad permanente
En los últimos días, las decisiones tomadas en materia militar y policial para Jamundí y Cali son muy importantes. La gobernadora Dilian Francisca Toro y el alcalde Alejandro Eder han sido insistentes a la hora de reclamar medidas de seguridad para la ciudad y la región, y poco a poco han logrado que el gobierno nacional atienda sus llamados.
La decisión de instalar un batallón de alta montaña en Jamundí es una medida estratégica. Esta base militar en Villa Colombia será fundamental para cortar las acciones terroristas de los grupos ilegales que acosan a la región.
Además, la llegada de 100 Policías de Carabineros a Cali y el refuerzo de los anillos de seguridad y protección ambiental, en preparación para la COP16, son igualmente relevantes.
Con estos policías, junto con los 4.000 adicionales y 1.600 militares que se esperan en los próximos días, el sur del Valle del Cauca tendrá un refuerzo importante en materia de seguridad.
La COP16, que se celebrará en Cali del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, atraerá la atención internacional, y es vital garantizar la seguridad de todos los asistentes.
Sin embargo, es imperativo que estos refuerzos no sean simplemente una respuesta temporal a la coyuntura de este evento, pues la seguridad en Jamundí y Cali requiere un compromiso sostenido.
La gobernadora Toro y el alcalde Eder han hecho llamados constantes al gobierno del presidente Gustavo Petro para que estas medidas se mantengan en el tiempo, llamados que la sociedad debe respaldar.
La seguridad no debe ser un esfuerzo esporádico, sino una política permanente. La presencia de fuerzas militares y policiales robustas es esencial no solo para los eventos internacionales, sino para el bienestar continuo de los ciudadanos.