Es fundamental que los ciudadanos mejoren su comportamiento
La seguridad y la pandemia
Paralelo a la pandemia, el virus de la inseguridad, cuya intensidad disminuyó notablemente en las primeras semanas del aislamiento, está plenamente reactivado en los grandes centros urbanos de Colombia. Los homicidios y el robo, en todas sus modalidades, son los otros males a los que se exponen quienes salen a la calle en nuestras ciudades.
Lo complejo de la situación es que las autoridades se ven obligadas a repartir sus funciones entre las labores de control encaminadas a que se cumplan las medidas del aislamiento y enfrentar a los delincuentes, y, claramente, la capacidad operativa no alcanza para cumplir las dos tareas.
En ese sentido, es fundamental que los ciudadanos mejoren su comportamiento, acaten las medidas implementadas por las autoridades y respeten las restricciones, para que la Policía, por ejemplo, no tenga que desgastarse yendo detrás de quienes irresponsablemente se exponen al virus, sino que pueda concentrarse en labores de seguridad.
Si los ciudadanos asumen con responsabilidad su rol en la emergencia sanitaria, las autoridades podrán destinar a la lucha contra el crimen el tiempo que ocupan cazando fiestas.
Ahora bien, es importante que las administraciones locales, que son las encargadas de regular quién, cuándo, cómo y dónde puede salir, procuren aplicar restricciones que sean fáciles de controlar, para que el número de efectivos de la Fuerza Pública dedicados a verificar números de cédula, edad, permisos para trabajar y para hacer ejercicio sea el mínimo posible.
La situación social que está generando la crisis económica ocasionada por la pandemia es, lamentablemente, un caldo de cultivo para el aumento de la delincuencia en las ciudades, una bomba de tiempo acelerada, cuya gravedad será mayor si las autoridades tienen que distraerse yendo tras los ciudadanos indisciplinados.