Las amenazas del ELN confirman que se debe elegir un gobierno para el que la seguridad sea prioritaria.
Las señales del paro armado
Que el ELN se atreva a “decretar” un paro armado confirma la desconexión del grupo armado ilegal con la realidad del país y lo poco que les importa a los cabecillas de esta organización la afectación que le ocasionan a la población civil.
El gobierno nacional debe hacer su máximo esfuerzo para evitar que haya zonas que se paralicen por cuenta de la guerrilla, aunque, a decir verdad, hay regiones del país que viven en paro armado permanente, como algunos puntos del Chocó, el Pacífico caucano y nariñense, Arauca y el Catatumbo, en los que a diario rige la “ley del monte” impuesta por esta agrupación ilegal.
¿Qué significa un paro armado a 20 días de las elecciones legislativas? Si se toma en cuenta que el ELN tiene control territorial en puntos como los citados en el párrafo anterior, es apenas obvio suponer que ejercerá presión sobre los votantes para favorecer a candidatos afines a su ideología leninista.
Por lo anterior, es aún más necesario que el Estado, a través de las Fuerzas Militares, enfrente como se debe esta amenaza de la guerrilla contra la sociedad civil y contra la democracia; no se puede caer en el error de subestimarlas.
Colombia necesita un gobierno que priorice la seguridad en todos los aspectos, de mano dura contra todo tipo de ilegalidad que no legitime ningún tipo de violencia ni le dé estatus a actores armados que se venden como proyectos políticos pero que en verdad son carteles del narcotráfico.
En ese sentido, en las elecciones legislativas y muy especialmente en las presidenciales, los colombianos deben preguntarse qué proponen los candidatos en materia de seguridad y elegir un Congreso y un gobierno comprometidos con derrotar la criminalidad.