Un gran reto es que la división administrativa no fragmente la ciudad
Llegó la hora de Cali D.E.
Dividir a la ciudad en localidades es un reto inmenso que no admite errores.
La Alcaldía de Cali se apresta a presentar ante el Concejo Municipal el proyecto de acuerdo que organiza a Cali como Distrito Especial.
Se espera que la iniciativa comience el trámite después del 1 de junio, durante las segundas sesiones ordinarias del año.
Preocupa que un proyecto tan importante, que afectará la división administrativa de la ciudad se tramite precisamente cuando la campaña política entra en su momento álgido y los concejales repartirán su tiempo entre sus compromisos en la corporación y sus actividades de campaña.
Aquí hay que hacerles un llamado a los cabildantes para que pongan los intereses de la ciudad por encima y realicen un estudio juicioso del tema.
Sería una irresponsabilidad cambiar la división administrativa de una ciudad de 2.4 millones de habitantes a pupitrazos.
Decidir en cuántas localidades debe dividirse Cali y cómo estarán conformadas cada una de ellas requiere un análisis profundo que apunte hacia la funcionalidad y el desarrollo de la ciudad, y lograr eso no es nada fácil.
Hay que cuidarse de caer en la creación de más burocracia, pues a Cali no le sobra la plata, y sería un grave error recortar la inversión en obras y proyectos para destinar más recursos al funcionamiento de la administración local.
En ese sentido, son varios los retos de la administración municipal y de los concejales: el primero es la optimización de los recursos existentes, crear únicamente los cargos que sean necesarios y revisar los existentes para suprimir los que no hagan falta o pierdan utilidad cuando la ciudad sea Distrito.
El otro gran reto es que la división administrativa no fragmente la ciudad, las localidades no deben competir entre ellas, sino que deben ser parte de un todo mejor integrado. Hay mucho en juego.