Parece que se está abusando de la protesta
Más allá de las marchas
Si bien la protesta social es un derecho y debe respetarse, parece que se está abusando de ella con intenciones políticas.
En los últimos dos meses las principales ciudades del país han sido escenario de una seguidilla de marchas organizadas para protestar, entre otras cosas, por el presupuesto deficitario para la educación superior pública, y contra la intención de extender el cobro del IVA a toda la canasta familiar. Sin duda, ambas causas son justas y todo colombiano que se identifique con ellas está en la libertad de marchar para solidarizarse.
Sin embargo, preocupa que, aunque las primeras manifestaciones tuvieron efecto, y el Gobierno dio respuesta positiva a las peticiones de unos y otros, las marchas continuaron y se anuncian más.
Pese a las limitaciones de las finanzas públicas, ya el Gobierno Nacional comprometió recursos para las 32 universidades públicas del país, y en un acuerdo con el Congreso de la República se retiraron del proyecto de Ley de Financiamiento los puntos que gravaban con IVA a la canasta familiar y algunas transacciones como la venta de vivienda usada.
¿Por qué, entonces, se anuncian más marchas y más paros? Si bien la protesta social es un derecho consagrado en la legislación colombiana, vale la pena preguntar si hay intenciones soterradas detrás de tantas manifestaciones, pues la insistencia de algunos sectores en sacar a los colombianos a la calle parece enfocada más en desestabilizar al presidente Iván Duque que en buscar soluciones de fondo a los problemas del país.
No se trata de ocultar las dificultades ni de pedir que no se cuestione al Gobierno Nacional, sino pensar en los efectos institucionales, económicos y sociales que le pueden traer al país este tipo de marchas sin fin.