La neutralidad es la única garantía que tiene Colombia
Más allá de Trump y Biden
Históricamente Estados Unidos y Colombia han sido aliados estratégicos, la relación entre los gobiernos de ambos países ha estado por encima de las filiaciones políticas de los ocupantes de turno de la Casa Blanca y la Casa de Nariño, y así debe seguir siendo.
El Gobierno colombiano debe cuidarse de caer en la tentación de quienes pretenden que se tome partido en la contienda presidencial norteamericana, pues sea que los estadounidenses le renueven el mandato a Donald Trump o elijan el cambio que representa Joe Biden, nuestro país necesita mantener una relación fluida y cercana con quien gobierne la potencia durante los próximos cuatro años.
Sean demócratas o republicanos, los presidentes norteamericanos siempre han tenido especial interés en nuestro país, especialmente por la lucha antidrogas, que es un objetivo común, y para Colombia es muy importante el gran mercado estadounidense. Independientemente de las afinidades personales que se tengan por uno u otro candidato, tomar partido a favor de Trump o de Biden es un error que no se puede cometer desde lo institucional, pues esta debe seguir siendo una relación entre estados, pensada en los intereses de los países, como lo ha sido siempre.
En medio de la compleja coyuntura económica por el covid-19 y con el fantasma del socialismo venezolano, la apuesta de Colombia debe ser la de mantener en el mejor estado posible las relaciones con Estados Unidos, y esa debe ser una consigna aplicable a las relaciones con todos los países, pues salvo aquellos en los que se vulnere la democracia, Colombia debe ser respetuosa de la voluntad de los pueblos extranjeros, para que, igualmente, desde afuera haya respeto absoluto por nuestros procesos internos.