Abundan políticos con niveles de vida que no concuerdan con sus ingresos
Más allá del lamborghini
Lección: se debe hacer seguimiento a las finanzas familiares de los corruptos.
Si bien el caso del mando medio de la Dian en Buenaventura que es sindicado de graves hechos de corrupción y fue capturado junto a su esposa y su hija es verdaderamente indignante, es solo uno más de los tantos que a diario se presentan en Colombia. Aquí el uso de los cargos públicos para el beneficio personal, desde los más básicos hasta los más poderosos, no es una excepción, por el contrario, lo excepcional es encontrar personas que honren su trabajo con el cumplimiento de sus funciones, con el respeto por el patrimonio público y con la capacidad de resistirse a las tentaciones de quienes tratan de comprar sus conciencias.
Sin embargo, el caso en cuestión abre una luz de esperanza. Pues en esta oportunidad los investigadores hicieron algo que debería aplicarse en todos los casos de denuncias y/o sospechas de funcionarios corruptos: rastrear las finanzas familiares. Claro que la personalidad ostentosa de la hija del empleado de la Dian les facilitó el trabajo.
Abundan los políticos y servidores públicos con niveles de vida que no concuerdan con sus ingresos ni con los ingresos de sus familias.
Si a todos les aplicaran el seguimiento que se hizo a la familia bonaverense de este escandaloso episodio, se encontrarían muchos casos en los que no se podrían justificar los niveles de gasto.
El caso del lamborghini debe llevar a la sociedad colombiana a reflexionar sobre los valores que la mueven, pues parece que el dinero, sin importar como se obtenga, desplaza cada vez más a los principios, y no es el esfuerzo y la dedicación lo que despierta admiración, sino la ostentación. Estamos mal.