Ojalá en los planes del gobierno esté establecer estímulos para la inversión y la generación de empleo
No hay reactivación económica sin el sector privado
En un momento crucial para la economía colombiana, el presidente Gustavo Petro anunció que presentará al Congreso de la República un plan de reactivación económica y una ley de financiamiento destinada a enfrentar la creciente deuda nacional.
Ante este importante anuncio, es importante subrayar que cualquier esfuerzo en este sentido que no incluya al sector privado está destinado al fracaso. La historia y la lógica económica así lo demuestran.
La crisis económica que atravesamos no es solo una consecuencia de factores externos, sino también el resultado de decisiones internas equivocadas.
El gobierno Petro ha generado desconfianza en los inversionistas y paralizó proyectos públicos de infraestructura esenciales para el desarrollo del país. Estas obras no solo generan empleo, sino que también activan una extensa cadena de proveedores.
Asimismo, el sector de la construcción de viviendas, tradicionalmente un gran motor de empleo y desarrollo, se frenó por decisiones del gobierno.
Además, las políticas desfavorables hacia el sector de hidrocarburos, con el petróleo y el gas como protagonistas, apagaron una fuente vital de ingresos y crecimiento económico.
Para corregir el rumbo, es necesario crear condiciones propicias para la inversión. Solo así se generarán empleos, mejorará el poder adquisitivo y se dinamizará la economía. Este es un esfuerzo que requiere la colaboración estrecha entre el sector público y el privado.
Existen numerosos ejemplos a nivel internacional donde la colaboración entre el gobierno y el sector privado ha dado frutos notables.
Países como Singapur han demostrado que los incentivos adecuados y la cooperación estratégica pueden traducirse en más y mejores oportunidades para todos sus ciudadanos, elevando la calidad de vida. Hay que desprenderse de los fanatismos ideológicos y apostarle a la prosperidad.