Otra vez el agua
No han pasado tres meses desde que el suministro de agua potable fue racionado en algunas zonas de Cali por cuenta de la intensa sequía que se vivió en el segundo semestre del año pasado, y nuevamente el calor, que se extenderá al menos por tres meses, con toda seguridad ocasionará dificultades en el suministro del preciado líquido, pues nada se ha hecho para solucionar el problema de abastecimiento.
Es cierto que en el poco tiempo transcurrido entre la pasada sequía y el verano que inicia no alcanzarían a acometerse las obras que se requieren para garantizar el suministro de agua potable a los caleños, pero, pese a lo complejo de la situación vivida el año pasado, el proceso debería haberse acelerado, pero todavía ni siquiera se han iniciado los estudios necesarios para definir la fuente de captación y las obras que se requieren.
Lo preocupante es que así los estudios, que costarán $12 mil millones, arranquen este año, la solución no estaría lista antes de un lustro, y eso, si los caleños corren con suerte, pues ya es bien conocida la lentitud característica de las obras públicas.
Así las cosas, a los caleños les esperan muchas incomodidades por el racionamiento de agua en verano, cuando los cauces de las fuentes que abastecen el acueducto bajan, y los cortes del servicio en invierno, cuando la turbiedad del río Cauca obliga a parar las plantas de potabilización.
Como se ha dicho desde esta tribuna de opinión en reiteradas oportunidades, con la contaminación de las fuentes hídricas y el cambio climático, el problema del agua en Cali se hará más frecuente y crítico con el paso de los días, y no se solucionará pidiéndole a la gente que ahorre cada vez que hay desabastecimiento.
Urge, entonces, que la Alcaldía, Emcali, la CVC y el mismo Gobierno Nacional sumen esfuerzos y eviten que Cali se convierta en una ciudad inviable por cuenta de la falta de agua.