Con el paro y la destrucción de señales de tránsito aumentó el mal comportramiento en las vías
Peligro en las vías de Cali
Por estos días es complejo ser actor vial en Cali, pues la destrucción de buena parte de los semáforos y de las señales de tránsito durante las protestas del paro, aumentó las dificultades que ya padecía la ciudad en la materia, al punto de generar un verdadero caos en los cruces de vías principales que se quedaron sin la regulación permanente.
Según el más reciente reporte entregado por la Secretaría de Movilidad, 417 semáforos están funcionando, 123 han sido intervenidos y 65 están apagados, puntos en los cuales guardas de tránsito regulan en gran parte del día.
Además de las dificultades que implica que de un momento a otro una intersección vial se quede sin semaforización, el paro estimuló la anomia en la ciudad, especialmente en el comportamiento vial, al punto que ahora es común ver todo tipo de vehículos invadiendo el carril del MIO, motociclistas sin casco y con parrillero hombre y automotores en contravía.
A la falta de semáforos se suma una actitud en la que pocos tienen consideración por los demás actores viales, entonces no se cede el paso y cruzar en ciertos puntos se vuelve una misión riesgosa tanto para peatones como para ciclistas, motociclistas y conductores que, para decirlo en términos coloquiales, “se meten a la brava”, lo que aumenta el riesgo de accidentes y genera problemas de convivencia.
Aquí es necesario hacer dos llamados: el primero a la Secrertaría de Movilidad, que ha realizado una labor importante en la recuperación de las intersecciones semaforizadas, para que acelere el proceso.
Y, el segundo, a los caleños, para que, con regulación o sin ella, asuman un buen comportamiento en las vías y sean conscientes de los peligros que implica jugar al vivo bobo.