Se han realizado de forma violenta y vandálica
Protestas y universidades
La forma en la que se vienen adelantando las protestas universitarias encierra grandes contradicciones, sobre todo por la forma violenta y vandálica en la que se desarrollan la mayoría de estas manifestaciones.
Los estudiantes que por estos días se han movilizado en varias ciudades del país reclaman, entre otras cosas, el cumplimiento de los acuerdos hechos entre el Gobierno Nacional y las universidades hace un año, el respeto a la protesta, que se acabe la corrupción en el manejo de los recursos de las universidades y el respeto a la autononomía universitaria.
¿Por qué no sentarse con el Gobierno Nacional a revisar el cumplimiento de los acuerdos? Paralizar las universidades y protestar con violencia sin atender el llamado a la conversación hecho por el Ministerio de Educación genera un gran interrogante: ¿Acaso hay sectores que están manipulando el movimiento estudiantil con intereses políticos?
En cuanto al derecho a la protesta, es precisamente por esta forma de manifestarse, con violencia, causando destrozos y vandalizando, que se viene hablando de la necesidad de reglamentar las movilizaciones ciudadanas.
Es claro que en una democracia no se puede prohibir la protesta, pero es igualmente claro que el Estado debe evitar que las manifestaciones públicas se conviertan en alteraciones del orden que pongan en riesgo a los ciudadanos.
En la lucha contra la corrupción en las universidades, los estudiantes deben ejercer una veeduría más activa. Los recursos de la educación deben ser sagrados, y una buena forma de vigilarlos es entendiendo que la autonomía universitaria hace referencia a la libertad de cátedra, no a convertir las universidades en repúblicas independientes a las que ninguna autoridad puede ingresar.