¿Qué hay detrás de los paros?

Si el cese de actividades en las universidades se prorroga, se podría cancelar el semestre.

Aunque los rectores de las 32 universidades públicas del país llegaron a un acuerdo con el presidente Iván Duque, que se comprometió a desembolsar $1.2 billones adicionales para la educación superior durante este cuatrienio, persisten las protestas estudiantiles en varias ciudades del país.

La mayoría de los claustros están en paro por decisión de grupos de universitarios que no permiten el reinicio de las clases.

Si bien los recursos anunciados por el Gobierno Nacional no resuelven del todo la crisis financiera de las universidades, sí representan un alivio y un avance en la materia.

Además, si se considera la compleja situación fiscal de la Nación, se puede decir que al sector universitario es al que mejor le ha ido en la asignación de recursos.

En ese sentido, prolongar el paro universitario resulta innecesario y dañino, pues los pequeños grupos que impiden el reinicio de labores afectan al grueso de los estudiantes universitarios que sí quieren retomar clases cuanto antes.

Justo cuando comienza el año electoral, hay que cuidarse de que haya intenciones políticas detrás de las prolongadas protestas estudiantiles y de otras manifestaciones que afloran por ahí, pues resultaría más que irresponsable paralizar la educación superior pública para sacarle provecho al tema en las urnas.

Si bien es cierto que los recursos del Estado no se han manejado de la mejor manera históricamente, sobre todo a la hora de establecer prioridades, también es cierto que los colombianos siempre han pedido más de lo que se puede dar.

Sin desconocer que el país tiene muchos problemas y muchas necesidades por resolver, que se han acumulado a lo largo de años, es importante cuidarse de caer en la manipulación de quienes buscan sembrar pesimismo e insatisfacción para después presentarse como los salvadores.

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