Reintegro de buses, fallo desconcertante
Desconcertante y además decepcionante resulta el fallo de un juzgado de Cali que ordenó el reintegro de casi 300 buses que salieron de circulación dentro de proceso de implementación del Masivo Integrado de Occidente, MIO.
La decisión judicial es desconcertante por varias razones, entre ellas, porque desconoce la máxima que habla de la prevalencia del bien general sobre el particular, y desconoce también el proceso de casi una década de socialización y concertación que se realizó con los empresarios del transporte público colectivo de Cali dentro de la implementación del sistema integrado de transporte masivo.
Es claro que los transportadores tienen derecho al trabajo y a la libre empresa, y que, en ese sentido, pueden entablar los recursos que consideren necesarios para defenderlos si los creen vulnerados, pero en un caso como éste las decisiones judiciales no pueden tomarse por fuera del contexto; y el fallo que ordena el reintegro de buses viejos no midió el impacto que esta decisión tendrá tanto en movilidad como en materia ambiental. Además, al ordenar el regreso de estos automotores y abrir la puerta para sentencias similares, se pone en grave riesgo la viabilidad financiera del MIO; por eso tiene toda la razón el secretario de Tránsito, Alberto Hadad, cuando califica este dictamen como un retroceso, pues desconoce todo lo que ha avanzado la ciudad en el propósito de ordenar su transporte público.
Por el contrario, lo que Cali necesita es avanzar en la cobertura del MIO y extender los beneficios de este sistema a toda la ciudad, y para esto es fundamental sacar de circulación las 64 rutas de buses viejos que quedan.