Tumaco, víctima del Gobierno y las Farc
La voladura de ocho torres de la interconexión dejó a Tumaco 14 días sin energía, y el pasado 19 de agosto, sólo dos días después del restablecimiento del servicio, las Farc derribaron otras dos torres, dejando nuevamente sin electricidad al puerto nariñense. Según la Alcaldía y la Cámara de Comercio local, la falta de energía eléctrica ocasiona pérdidas diarias calculadas entre los $1.500 millones y los $2.000 millones.
Pese a lo grave, esta situación no es nueva, por su ubicación geográfica, Tumaco se convirtió en el blanco preferido por la guerrilla, a la que, en su afán de demostrar capacidad de daño, no le importa dejar sin energía a 190 mil personas. En los últimos tres años, mil 400 empresas se han ido de Tumaco azotadas por este problema y por la extorsión, otro mal que hace parte de la cotidianidad de este municipio. Esto ha ocasionado la pérdida de al menos cinco mil empleos formales, un golpe fatal para una ciudad en la que el desempleo supera el 70%.
Pero Tumaco no es sólo víctima de una guerrilla despiadada a la que no le importa la suerte de sus habitantes, el Gobierno Nacional, el actual y todos los anteriores, sin excepción, tienen alta responsabilidad en la crisis social y de seguridad que vive este municipio, pues lo abandonó a su suerte.
Cada vez que hay un atentado o una situación de emergencia, el Presidente de la República va a Tumaco, como lo hizo ayer Juan Manuel Santos, promete cambios, pero todo queda en el olvido hasta que un nuevo hecho terrorista le recuerda al país que este municipio existe. ¿Será diferente en esta oportunidad?