Un golpe a la democracia
La unificación de períodos es una grave amenaza para el sistema político colombiano.
Preocupante resulta que, pese a las abundantes advertencias que hablan de su inconveniencia, se siga abriendo paso en el Congreso la unificación de los períodos de los alcaldes y los gobernadores con el del presidente de la República, que hace parte del mal llamado proyecto de “equilibrio de poderes” o reforma política.
Unificar estos períodos implica que las elecciones locales, regionales y nacionales se concentren en un mismo año, facilitando a las grandes maquinarias su propósito de quedarse con todo y dificultando al máximo el acceso a alcaldías y gobernaciones a los independientes, las minorías y todos aquellos que están por fuera del poder.
Pero, como si esto fuera poco, en el propósito de unificar períodos, esta iniciativa, promovida por el Gobierno nacional, pretende habilitar la reelección inmediata para los actuales alcaldes y gobernadores, que podrían aspirar a continuar en sus cargos por un período atípico de casi dos años y medio, hasta 2018, cuando termina el período presidencial.
Como se ve, este proyecto lejos está de lograr el equilibrio de poderes, por el contrario, lo que causaría, de ser aprobado tal cual, sería un gran desequilibrio en municipios, distritos y departamentos, al darles a los actuales mandatarios la gran ventaja que representa hacer campaña con la chequera del Estado.
En este punto, además, el proyecto de reforma política cae en una grave contradicción, pues elimina la reelección presidencial por los prejuicios ya conocidos, pero la autoriza para alcaldes y gobernadores. Sin duda, esta reforma política es regresiva, pues promueve el centralismo y busca debilitar las democracias locales y regionales que se oxigenan al realizar sus procesos electorales aparte de los nacionales.
Ya la Cámara de Representantes le falló al país al votar favorablemente la unificación de períodos en dos debates; ojalá el Senado, que ahora tiene la palabra, hunda esta aberrante pretensión que va en detrimento de nuestro sistema político.