Votar a conciencia

Cada vez que hay una elección presidencial se dice que se trata de un hecho histórico y, aunque parezca una frase de cajón o una exageración, en verdad la elección de un jefe de Estado es un hecho de gran magnitud, pues no solo define quién gobernará el país durante los próximos cuatro años, sino también el enfoque y el equipo con el que lo hará, y las decisiones que tome ese gobierno no solo marcarán el cuatrienio, también influirán más allá, para bien o para mal, en el transcurrir del país.

Por eso la abstención no puede ser una opción válida en la coyuntura actual de Colombia, lo que se definirá en pocas horas cuando se cuenten los votos impactará en el inmediato, mediano y largo plazo de la vida nacional, y un colombiano al que le duela su país y al que le preocupe su futuro y el de su familia no se puede marginar de una decisión tan importante.

En medio de las divisiones y de las confrontaciones que se acrecentaron en las tres semanas finales de la campaña el país necesita una participación copiosa que permita que quien sea elegido presidente de la República lo haga con la suficiente ventaja para que reciba un mandato claro que sea aceptado y respetado por todos.

Así como a la ciudadanía en general se le hace un llamado a la participación, es oportuno recordarles a los jurados, a los testigos electorales, a los órganos de control y a todas las personas que participan en el proceso que el país espera y necesita que las elecciones sean transparentes.

Ojalá este domingo al final de la jornada el país se una en torno al ganador para que, más allá de las diferencias, trabajemos todos por el presente y el futuro de Colombia.

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