Y ahora es el Runt
Hace un par de semanas el Ministerio de Transporte emitió una prórroga para la renovación de las licencias de conducción, ante las dificultades logísticas que impidieron que la totalidad de los ciudadanos que deben actualizar el documento realizaran el trámite a tiempo.
Se fijó un plazo de diez meses y se establecieron turnos, según el último dígito de la cédula (a manera de pico y placa) para evitar congestión en los centros de reconocimiento de conductores (en los que se realizan las evaluaciones de aptitud física, mental y de coordinación motriz) y en las oficinas encargadas de la expedición de las licencias.
Hasta ahí todo bien, pues por fin se le puso sentido común a un asunto que siempre debió abordarse desde la logística, pero no se había hecho así, los plazos para renovar las licencias se habían decretado ya en dos oportunidades sin tomar en cuenta la capacidad operativa de los centros de reconocimiento ni de las secretarías de Tránsito, lo que ocasionó el caos.
Ahora que se supone todo debería funcionar bien, de nuevo las fallas en el sistema del Registro único nacional de tránsito, Runt, han impedido que las renovaciones de los pases se adelanten con normalidad.
Los conductores, que antes tenían que soportar largas esperas e ir varias veces a tratar de realizar el trámite hasta que tuvieran la suerte de ser atendidos, están en las mismas, pues si la plataforma en la que se almacenan sus datos está caída al momento de ingresar su información, deben esperar hasta que cargue de nuevo o regresar después.
Mientras el Ministerio de Transporte no garantice el buen funcionamiento del Runt, no sólo será difícil que se cumpla con la renovación de las licencias dentro del nuevo plazo, sino que se seguirá sometiendo a los conductores al irrespeto de las esperas indefinidas.
Las fallas del Runt no sólo afectan la renovación de las licencias, también afecta otros trámites como la entrega del seguro obligatorio de accidentes de tránsito, la revisión técnico mecánica y el registro municipal automotor. El Ministerio de Transporte tiene la palabra.