En lugar de victimizarse, el gobierno nacional debe dar explicaciones al país y colaborar con la justicia
¿Y quién responde por la corrupción?
En los últimos días, Colombia ha sido testigo de nuevas y preocupantes revelaciones sobre el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD).
Las investigaciones de medios como El Tiempo, Caracol Televisión y W Radio han destapado un monumental desvío de más de $1.4 billones de recursos públicos.
Además, se ha conocido información sobre la presunta orden de dos ministros para comprar votos de congresistas y así asegurar la aprobación de proyectos del gobierno.
Las confesiones de exfuncionarios corruptos han sacudido la confianza en el gobierno del presidente Gustavo Petro. Sin embargo, en lugar de enfrentar con transparencia las acusaciones, el presidente y sus aliados han centrado su indignación en la filtración de las indagatorias de Olmedo López, exdirector de la UNGRD, en lugar de en los actos de corrupción mismos. ¿No debería ser más grave lo que se hizo desde el gobierno que el hecho de que se haya dado a conocer?
La actitud del presidente Petro y su partido, cuestionando a la prensa y señalando supuestos infiltrados de la derecha no tiene lógica ni validez.
Olmedo López, quien confesó su implicación en los actos corruptos, fue nombrado por el propio mandatario y ha sido un militante de la izquierda política por más de 30 años.
Ante estas revelaciones, es imprescindible que el gobierno asuma su responsabilidad, ofrezca explicaciones claras al país y coopere plenamente con la justicia para llegar al fondo de la verdad y sancionar a los responsables.
Es cierto que en gobiernos anteriores también se dieron casos aberrantes de corrupción. Sin embargo, el gobierno Petro se presentó como el “cambio”, prometiendo no repetir los errores del pasado.
Hoy, tristemente, estamos viendo prácticas que tanto se criticaron de sus antecesores, lo que supone una traición a la esperanza de millones de colombianos que confiaron en esa promesa de renovación.
El país merece respuestas y acciones concretas para erradicar la corrupción y asegurar que los recursos públicos se utilicen de manera adecuada y eficiente.